Fragmento de "Guiengola"
de Luis Martinez Hinojosa
Los mixtecos son un pueblo indígena de México, que habita en la llamada Región Mixteca —área cultural y geográfica que comprende el poniente de Oaxaca, el este de Guerrero y el sur de Puebla—Como otros pueblos amerindios, los mixtecos actuales son descendientes de los antiguos pobladores de América, en este caso, de los portadores de la llamada cultura mixteca, conocida por sus códices precolombinos y las numerosas piezas de artes menores que son catalogadas como algunas de las más bellas que se hayan producido en Mesoamérica. El etnónimo mixteco es de origen náhuatl, y significa gente de la nube. Los mixtecos se llamaban a sí mismos ñuu dzavui, que significa pueblo de la lluvia. Emparentados con los zapotecos y otros pueblos de habla otomangue, los mixtecos alcanzaron su mayor desarrollo cultural durante la primera mitad del Posclásico, cuando Ocho Venado unificó un importante número de ciudades-Estado en la región. La unión del pueblo mixteco no perduró por mucho tiempo, y se disolvió a la muerte del señor de Tilantongo y Tututepec. A la llegada de los españoles, una parte importante de la Mixteca se encontraba bajo dominio de los mexicas, y los mixtecos habían establecido algunas alianzas militares con los zapotecos, que les permitieron resistir como un pueblo independiente en los confines de sus respectivos territorios.
CULTURA MIXTECA
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Tlaloc: el país del dios de la Lluvia


El territorio histórico de los mixtecos se localiza en el sur de México. Con una superficie superior a los 40.000 km², la Mixteca —como se le conoce en la actualidad— ocupa el sur de Puebla, el este de Guerrero y el poniente de Oaxaca. La Mixteca fue llamada Mixtecapan por los mexicas, vocablo que significa literalmente País de los mixtecos. En la lengua mixteca antigua, el país recibió el nombre de Ñuu Dzavui, que Janssen y Pérez Jiménez traducen como País del Dios de la Lluvia.

Los mixtecos nunca formaron una unidad política que integrara a todos los poblados ocupados por miembros de ese pueblo, aunque bajo el gobierno de 8 Venado en Tilantongo se conformó la mayor unidad política que conociera esa nación precolombina. El territorio mixteco es muy diverso desde el punto de vista geográfico, aunque lo unifica la presencia de grandes cadenas montañosas como la propia Sierra Mixteca o el Eje Neovolcánico. De acuerdo con sus características se suele dividir en varias regiones. La Mixteca Alta es la zona que ocupan los valles intermontanos de Tlaxiaco, Nochixtlán, Putla y Coixtlahuaca, enclavados en las estribaciones de la Sierra Mixteca, una zona de sumamente montañosa que constituye el punto en el que se aproximan la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico. El clima de esta región va de templado a frío, y es relativamente más húmedo que en el resto de las Mixtecas. En la Mixteca Alta nacen varios ríos que son afuentes de cuencas tan importantes como la del río Balsas y el Atoyac.

Al norte de la Mixteca Alta se encuentra la Mixteca Baja, que comprende varios municipios del noroeste de Oaxaca y el sur de Puebla. La Mixteca Baja se encuentra a menor altitud que la Mixteca Alta, puesto que la altitud del terreno difícilente supera los 2000 msnm. Debido a esta característica, la Mixteca Baja es más caliente y seca que el resto del territorio mixteco, razón por la que fue llamada Ñuiñe (idioma mixteco: Ñuu-idni, 'Tierra caliente' )?. La mayor parte de la Mixteca Baja forma parte de la cuenca del río Balsas, que recibe las aguas de los ríos Atoyac, Acatlán, el Mixteco y otros varios. El clima es típicamente el correspondiente a la selva baja caducifolia, ecosistema que se caracteriza por una combinación de vegetación xerófita con otras especies que crecen periódicamente en temporada de lluvia (que en la región abarca los meses de verano y otoño). El territorio histórico de los mixtecos se localiza en el sur de México. Con una superficie superior a los 40.000 km², la Mixteca —como se le conoce en la actualidad— ocupa el sur de Puebla, el este de Guerrero y el poniente de Oaxaca. La Mixteca fue llamada Mixtecapan por los mexicas, vocablo que significa literalmente País de los mixtecos. En la lengua mixteca antigua, el país recibió el nombre de Ñuu Dzavui, que Janssen y Pérez Jiménez traducen como País del Dios de la Lluvia.

Los mixtecos nunca formaron una unidad política que integrara a todos los poblados ocupados por miembros de ese pueblo, aunque bajo el gobierno de 8 Venado en Tilantongo se conformó la mayor unidad política que conociera esa nación precolombina. El territorio mixteco es muy diverso desde el punto de vista geográfico, aunque lo unifica la presencia de grandes cadenas montañosas como la propia Sierra Mixteca o el Eje Neovolcánico. De acuerdo con sus características se suele dividir en varias regiones. La Mixteca Alta es la zona que ocupan los valles intermontanos de Tlaxiaco, Nochixtlán, Putla y Coixtlahuaca, enclavados en las estribaciones de la Sierra Mixteca, una zona de sumamente montañosa que constituye el punto en el que se aproximan la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico. El clima de esta región va de templado a frío, y es relativamente más húmedo que en el resto de las Mixtecas. En la Mixteca Alta nacen varios ríos que son afuentes de cuencas tan importantes como la del río Balsas y el Atoyac.
El origen mítico de los mixtecos

La mitología mixteca es y comparte muchos elementos con el resto de las tradiciones mesoamericanas. Al igual que en el caso de los mexicas o los mayas, los mixtecos también creían que la suya era la era de un Quinto Sol, y que antes de su tiempo, el mundo había pasado por una serie de creaciones y destrucciones. En el principio, la tierra era un caos, en el que todo se hallaba confundido. Los espíritus de las fuerzas creadoras volaban en el aire, y se conocen por sus nombres calendáricos, asentados en los códices producidos por este pueblo. Estos espíritus eran '1 Venado Garra de Jaguar' y '1 Venado Pata de Venado'. Son los correspondientes mixtecos de Ometecuhtli y Omecíhuatl, los Señores Dos, que representan el principio dual de todo el universo. En el mito mixteco, estas dos divinidades separan la luz de la oscuridad, la tierra del agua, el arriba del abajo, y crean a los cuatro dioses creadores que habrían de dar nacimiento a los otros y a la humanidad, que fue creada a base de maíz.

Uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia hizo un agujero en un árbol que se encontraba en las nubes y copuló con él. Se identifica a este personaje con el nombre calendárico 4 Pie, o Nácxitl, uno de los nombres de Quetzalcóatl. El árbol quedó preñado, y alumbró al poco tiempo. De él nació un hombre que habría de retar al sol, señor de la Mixteca, en un duelo a muerte. El mito del Flechador del Sol dice que este personaje disparó sus flechas contra el astro, mientras el sol le combatía con sus rayos. Así pasaron hasta el atardecer, en que el sol cayó herido de muerte (y esta sería la explicación del color encarnado de los atardeceres) y se puso tras las montañas. Como el Flechador del Sol temía que el astro renaciera y reclamara sus antiguos terrenos, trajo a la gente y los hizo asentarse en la tierra que había ganado, y los apresuró a cultivar las milpas de maíz en esa misma noche. De esta suerte, cuando el Sol renació al día siguiente, nada pudo hacer, y de esta manera, los mixtecos se convirtieron en dueños de la región por derecho divino y militar.

Como dato curioso, observamos que pocas religiones en el mundo se basan en la dualidad, como el taoísmo y ciertas interpretaciones del hinduismo, los zoroastras, los gnósticos, y como se ha notado, algunas variantes de religiones mesoamericanas.
Historia

Los mixtecos son uno de los pueblos más antiguos de Mesoamérica. Pertenecen al grupo de lenguas mixtecanas, emparentadas con el zapoteco y el otomí. Existen indicios de ocupación humana en la Mixteca desde el quinto milenio antes de la era cristiana; sin embargo, sólo después del desarrollo de la agricultura en Mesoamérica inició el proceso que dio origen a la cultura mixteca prehispánica. Alrededor del tercer milenio adC aparecieron los primeros poblados agrícolas en la región, cuya economía estaba basada en los cuatro cultivos básicos mesoamericanos: el chile, el maíz, el frijol y la calabaza. Dos mil años más tarde, en pleno período Preclásico Medio, la Mixteca fue el escenario de una revolución urbana, donde los núcleos de población crecieron y se integraron en la amplia red de intercambios que unió a los pueblos mesoamericanos. Como la mayor parte de las sociedades mesoamericanas, los mixtecos no formaron una unidad política en la época prehispánica, sino que estaban organizados en pequeños Estados compuestos por varias poblaciones enlazadas por relaciones jerárquicas.

La historia de la Mixteca en el Preclásico y el Clásico es poco conocida, sobre todo en relación con otros pueblos mesoamericanos contemporáneos o con la época de florecimiento de la Mixteca, correspondiente al Posclásico. En esa época ocurrió la emergencia del expansionismo de Tututepec, una ciudad fundada por Ocho Venado que llegó a dominar un amplio territorio entre la Mixteca de la Costa y la Mixteca Alta, al tiempo que estableció una serie de alianzas con algunos Estados del centro de Mesoamérica. Salvo casos aislados, como el de Tututepec, la mayor parte de la Mixteca fue ocupada de modo pacífico por los españoles a partir de la segunda década del siglo XVI.
Período Preclásico


En la Mixteca, las primeras poblaciones sedentarias comenzaron a aparecer a partir del siglo XVI antes de la era cristiana. Esta etapa de la historia del pueblo mixteco corresponde con la Fase Cruz en la Mixteca Alta, las fases Pre-Ñudée y Ñudée en la Mixteca Baja y la fase Charco en la Costa. El desarrollo de las primeras agrícolas en la región fue contemporáneo al de otras zonas de Mesoamérica, como el centro de México, los Valles Centrales de Oaxaca y la costa del Golfo de México. Sin embargo, las comunidades mixtecas del Formativo nunca alcanzaron las dimensiones de las poblaciones protourbanas de los Valles Centrales, como San José Mogote y Monte Albán. El patrón de asentamiento de los mixtecos en aquellos años consistía en pequeñas comunidades dedicadas a una agricultura incipiente, aunque existe evidencia de su incorporación en la red de intercambios internacionales de Mesoamérica.

Un ejemplo de esta vinculación a otras sociedades mesoamericanas es la influencia del estilo olmeca en la cerámica de la Mixteca Alta. En sitios como Huamelulpan y Tayata se han encontrado figurillas que poseen características iconográficas olmecas, estilo ampliamente difundido en casi toda Mesoamérica durante el primer milenio antes de la era cristiana. Por otra parte, en el área nuclear olmeca se han encontrado objetos de cerámica Rojo sobre Bayo que fueron producidas indudablemente en la región de Tayata, de acuerdo con los estudios que se han realizado sobre la composición química de esos materiales arqueológicos. Durante el período de formación de los rasgos culturales de los mixtecos, la estratificación social era incipiente, como muestra las pocas diferencias que se han encontrado en los restos de las viviendas correspondientes a esos tiempos. Por otra parte, la función de las edificaciones tampoco estaba claramente diferenciada.

Hacia el final del Preclásico Medio —época en que Mesoamérica vio el florecimiento del estilo olmeca, de gran difusión en el área— en la Mixteca Alta comenzaron a aparecer algunas poblaciones que albergaron en su época de apogeo a varios miles de personas. Entre ellas se encontraban Monte Negro y Huamelulpan, situada la primera cerca de Tilantongo, que varios cientos de años después sería la cabecera de uno de los Estados mixtecos más poderosos; y la segunda, en la zona de Tlaxiaco. Por otro lado, en la Mixteca Baja la población de Cerro de las Minas comenzó a florecer en el valle del río Mixteco. En esta época, que abarca aproximadamente del siglo V a. C. al siglo II dC, las sociedades mixtecas viven un proceso de diferenciación social que se refleja en la aparición de algunas edificaciones de carácter público en poblaciones como Yucuita, Etlatongo, Tayata y Huamelulpan en la Mixteca Alta; y Cerro de las Minas y Huajuapan en la Mixteca Baja. La estratificación cada vez más definida de las poblaciones mixtecas de esta época es el reflejo del proceso que dio lugar al nacimiento de los primeros Estados en la zona a partir de las sociedades de jefatura. La estructura política al final de la fase Cruz Tardía en la Mixteca Alta estaba constituida por una serie de Estados que dominaban pequeños territorios donde existieron numerosas poblaciones organizadas de modo jerárquico. La jerarquía de las poblaciones ha sido observada en la cantidad de monumentos arquitectónicos que albergaba cada localidad, lo que ha permitido inferir el tipo de relaciones que había entre el centro de relevancia regional y los pueblos de segunda línea. Un caso bien conocido es el de Huamelulpan, cuyo rápido crecimiento relegó a Tayata —que fue una de las mayores poblaciones mixtecas del Preclásico Medio— a una segunda posición, provocando la contracción poblacional y el cese de las obras arquitectónicas en Tayata hacia el siglo III a. C.

La revolución urbana en la Mixteca fue contemporánea del proceso que llevó a la formación del estado zapoteco encabezado por Monte Albán. Las poblaciones zapotecas de Los Valles que emergieron en el Preclásico Medio tenían dimensiones comparables con las poblaciones mixtecas de la sierra. Sin embargo, la historia de Monte Albán marcaría varias diferencias con los señoríos mixtecos, entre ellos las dimensiones espaciales bajo el dominio estatal. En la Mixteca, los estados dominaban pequeños territorios que en ocasiones no rebasaban los cien kilómetros cuadrados de superficie. En contraste, Monte Albán ocupó un territorio mucho mayor y emprendió tempranamente una campaña expansionista que le llevó a ocupar la Cañada de Cuicatlán y algunas regiones de la Sierra de Juárez. La influencia de Monte Albán en la Mixteca durante el Preclásico es evidente: en varias localidades de la Mixteca Alta aparecen producciones cerámicas con características similares a las de la cerámica zapoteca de Los Valles: Huamelulpan producía urnas que guardaban cierta semejanza con las producidas en Monte Albán, y en esa misma región se han encontrado inscripciones en el sistema zapoteco de escritura. Sin embargo, no existe evidencia de que Monte Albán haya dominado políticamente la Mixteca, por lo que resulta plausible que estas influencias sean reflejo de un solo proceso cultural que dio origen a ambas civilizaciones.
Pero no importa saber que voy a tener el mismo final, Porque me queda el consuelo Que Dios nunca morira.
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